Las redes sociales favorecen las conversaciones entre una marca y sus públicos, ofrecen una gran oportunidad para construir y estrechar relaciones, comunicar valores, humanizar la marca y atraer audiencias. Nos permiten saber lo que el público espera de nosotros, porqué le gustamos o en qué no cumplimos sus expectativas.
Es indiscutible su valor pero tampoco son la clave para resolver todos los problemas, son sólo una herramienta más. Si queremos sacar provecho de su potencial, y no morir en el intento, dos son los puntos claves que debemos considerar.
Debemos definir una estrategia acorde a los valores de nuestra marca, un plan de acción con sus tiempos y objetivos.
- Dónde está nuestro público para ver en qué redes nos interesa estar.
- Construir una estrategia acorde a los valores que definen nuestra marca.
- Planificaremos qué contenidos publicar o seguir. Facilitaremos conversaciones, favoreceremos la interacción de los individuos que comparten intereses y valores comunes con los nuestros.
- Así crearemos comunidades alrededor de nuestra marca o actuaremos de dinamizadores de otras comunidades ya creadas y afines a nosotros. Propondremos temas, responderemos a preguntas, compartiremos experiencias y conocimientos.
- El objetivo es que la marca sea percibida como una persona o grupo de personas que facilitan el día a día de sus seguidores, bien porque aporta conocimiento, porque aporta diversión, porque genera relaciones… dependerá de nuestros valores e intereses. De esta manera el público seguidor de la marca, estará dispuesto a transformarse en prescriptor y a identificarse con nuestra marca.
El segundo aspecto a considerar, pero igual de importante que el anterior, son los recursos que podemos asignar a esta tarea.
No olvidemos que no tiene ningún sentido lanzarnos a las redes sociales sino vamos a afrontar el reto con profesionalidad. Nadie se plantea imprimir un catálogo corporativo con las páginas en blanco de la misma manera que no deberíamos plantearnos dar de alta perfiles en las redes sociales si no los vamos a dotar de contenidos. Hay una tendencia creciente a pensar que hay que estar en todas las redes porque “todo el mundo está”. No es cierto. Hay que estar en las redes que son interesantes para nuestros objetivos y que podemos alimentar. Nosotros sólo estamos en twitter y linkedin y en repetidas ocasiones he escuchado “¿no estáis en facebook?, ¡todo el mundo está!” Bien, pues después de reflexionar sobre nuestros valores, objetivos y recursos esa fue la decisión que tomamos. Muchas empresas, sobre todo pymes (que tienen menos recursos) pretenden imitar a las multinacionales y se ahogan por estar en todas las redes o tienen perfiles vacíos. Debemos ser conscientes de nuestros recursos, tanto económicos como humanos.
¿Para qué ofrecer un canal a nuestra comunidad si luego no vamos a ser capaces de atenderlo adecuadamente? ¿Qué imagen trasladamos si no lo hacemos de una forma seria?